Ya hemos hablado anteriormente de los beneficios terapéuticos del medio acuático para rehabilitación de personas con problemas neuromusculares utilizando la terapia Halliwick. Pero ahora hablaremos de otra terapia utilizada en el agua para mejorar el tono y la fuerza muscular de los pacientes: el método de Bad Ragaz.
El método de Bad Ragaz es una técnica de hidroterapia basada en los principios FNP (Facilitación
Neuromuscular Propioceptiva), es decir, aprovechando la resistencia de un medio
como el agua, se realizan una serie de movimientos, muchos de ellos con apoyo
de materiales como flotadores, etc, para que el paciente vaya adquiriendo más
fuerza muscular.
El terapeuta sujeta al paciente por un punto, al mismo tiempo
que dirige y controla sus movimientos.
Tanto la terapia Halliwick como el método de Bad Ragaz suelen
utilizarse cada vez más en pacientes neurológicos como complemento a las
sesiones de fisioterapia. Pero también está recomendado en personas con
problemas reumáticos y ortopédicos.
Beneficios del método de Bad Ragaz
Aparte de los objetivos específicos que se logran con la
práctica del método de Bad Ragaz, merece la pena mencionar los
beneficios en sí que supone estar inmerso en un medio acuático:
El agua otorga flotación e ingravidez, facilitando los
movimientos y dando la sensación de pesar menos. Se consigue tener mayor
equilibrio, coordinación y estabilidad que no fuera del agua. En muchos
trastornos neurológicos los músculos presentan espasticidad, es decir, son
músculos tensos y rígidos, que, gracias a una temperatura del agua entre 34-36
º C, consigue disminuir la espasticidad, mejorando la movilidad y
flexibilidad del paciente.
En conclusión, tanto el método de Bad Ragaz como otras
terapias acuáticas, por ejemplo, Halliwick o Watsu, han demostrado ser de gran
ayuda como complemento a la fisioterapia de pacientes con problemas
neuromusculares, y queda demostrada la buena acogida por parte de los
profesionales por el crecimiento destacado que están teniendo los centros
acuáticos con finalidades terapéuticas en todo el mundo.
Aunque el uso del agua es tan antiguo
como la humanidad, Hipócrates fue el primero en darle un empuje más racional,
considerándola una ayuda a la propia naturaleza para restablecer su normal
equilibrio. De hecho, muchos procedimientos usados en la actualidad, fueron ya
puestos en práctica por él, como por ejemplo, los baños de vapor, las compresas
húmedas calientes con agua de mar o dulce, las bolsas de agua caliente, las
aplicaciones de barro o fango, etc. Los romanos siguieron desarrollando las
técnicas hidroterápicas, potenciando el aspecto mineromedicinal de determinadas
aguas,se construyeron termas públicas en casi todas las grandes ciudades. Al
ampliarse su Imperio, se fue extendiéndose la cultura por toda Europa. Con la edad media, en la Europa
cristiana, el uso del agua sufre una involución considerable,se abandona el culto al cuerpo y a la higiene,
eliminando los conocimientos adquiridos anteriormente. A finales del siglo XIX
y principios del XX hay un cambio a destacar. Se pasa de un uso empírico a un
mayor interés por parte del colectivo medico-científico hacia el estudio de los
efectos fisiológicos del agua tanto desde su aspecto físico como químico.
Durante la primera mitad del siglo XX el termalismo participa de los progresos
de la medicina siendo objeto de trabajos de experimentación clínico-científica,
pero a partir de la 2ª guerra mundial será desplazado por los nuevos avances
diagnósticos, terapéuticos y técnicos de la medicina comenzando una nueva etapa
de declive. Parece ser que en los últimos años hay un nuevo resurgimiento de la
hidroterapia, quizás por un retorno a la medicina natural y no agresiva que se
está experimentando en Europa y por la importancia que están adquiriendo las
terapias preventivas.
PROPIEDADES DEL AGUA
Presente en tres estados ,y con unas propiedades físicas que la caracterizan, el agua
acumula además una serie de leyes y fenómenos físicos a las que nos vemos sometidos cuando estamos en inmersión en un fluido de esta especie.
Como efectos destacados señalaré, en primer lugar, los derivados de la presión hidrostática por su favorable repercusión
hemodinámica, facilitadora del retorno circulatorio y de gran importancia al
instaurar un tratamiento por los posibles efectos adversos, puesto que puede
constituir una contraindicación en los sujetos con problemas cardíacos o con
alteraciones importantes vasculares venosas.
Los efectos de la presión
hidrostática se manifiestan también en la función respiratoria, estando
facilitada la espiración y dificultada la inspiración por la comprensión
producida sobre la pared torácica y el diafragma(Se produce una elevación del
diafragma y se facilita la espiración)disminuyendo el volumen residual.
Esta circunstancia que es
favorable en algunos casos de patología respiratorias deberá siempre ser tenida en cuenta en las personas que vayan a
realizar ejercicios dentro del agua a los que se debería dar las instrucciones
precisas para aprovechar con más eficacia tal situación.
Sumergido en la piscina se está sometido a la acción simultánea de un gran número de factores:, además de la presión hidrostática, la viscosidad, tensión superficial, turbulencias, etc, actúan sobre las terminaciones nerviosas cutáneas superficiales o musculares más profundas que constituyen estímulos exteroceptivos, propioceptivos, detectados por receptores específicos, y que dan como resultado una mejor percepción del esquema corporal, de la posición y del sentido de movimiento, útiles en gran número de procesos o secuelas postraumáticas o neurológicas.
Sumergido en la piscina se está sometido a la acción simultánea de un gran número de factores:, además de la presión hidrostática, la viscosidad, tensión superficial, turbulencias, etc, actúan sobre las terminaciones nerviosas cutáneas superficiales o musculares más profundas que constituyen estímulos exteroceptivos, propioceptivos, detectados por receptores específicos, y que dan como resultado una mejor percepción del esquema corporal, de la posición y del sentido de movimiento, útiles en gran número de procesos o secuelas postraumáticas o neurológicas.
Debemos también considerar la
existencia de otras fuerzas intrínsecas al agua, cohesión, viscosidad, tensión
superficial, etc., que se oponen al movimiento dentro del agua, pudiendo ser
esta resistencia 600 veces mayor que en el aire. Si a estas circunstancias
añadimos la posibilidad de oponer resistencia al movimiento por medio de otros
factores como dirección y velocidad del movimiento, superficie a movilizar,
utilización de flotadores, aletas, paletas, etc., tendremos la posibilidad de
programar una amplia gama de ejercicios desde los más facilitados hasta los más
resistidos, siempre de acuerdo con la necesidad, conveniencia y tolerancia de
cada paciente.
La diferencia entre peso del cuerpo y
el empuje se llama peso aparente y este va a variar dependiendo del nivel de
inmersión (esquema de Lecrenier) Las estructuras musculo esqueléticas que
soportan carga (caderas,columna lumbar, etc.), son las que más se benefician de esta acción facilitadora del movimiento y así, por ejemplo, la cadera, que soporta el peso del cuerpo durante el apoyo
monopodal durante la marcha, al introducirse el sujeto en el agua si la
inmersión es hasta el cuello, el peso aparente queda reducido, y por tanto la
cadera quedará también liberada pudiendo realizar el movimiento con más
facilidad y sin dolor. Este es uno de los principales beneficios que obtienen los usuarios
con procesos reumáticos degenerativos, secuelas postraumáticas o
postquirúrgicas.
La temperatura del agua es un factor
muy importante a la hora de elección del tratamiento,teniendo en cuenta que la
que resulta indiferente para el cuerpo humano normalmente oscila entre 31-33º, podríamos clasificar en baños muy fríos 10-15º, baños fríos 16-23º,baños tibos 24-30º,baños indiferentes 31-33º, baños calientes 34-38º, baños muy calientes +40º.Por lo tanto, si queremos realizar ejercicios estáticos de reeducación utilizaremos
temperaturas por encima de los 33º, teniendo en cuenta que, normalmente, la
temperatura de las piscinas que podemos hacer uso en nuestra comunidad no superaran los 30º, deberíamos preguntarnos con anterioridad si realmente es el lugar
óptimo para la realización de una actividad terapéutica.
EFECTOS DEL AGUA CALIENTE (34-38º)
El sistema circulatorio experimentará
una vasodilatación periférica y un aumento de la frecuencia cardíaca
favoreciendo un mayor aporte de oxígeno y nutrientes a la musculatura. , creando una
disminución generalizada del tono y de la fatiga gracias a la relajación de las fibras.
El agua caliente actúa sobre el
sistema nervioso,disminuyendo la sensibilidad periférica, aumentando el umbral
de dolor,lo que permite al terapeuta un mayor control sobre la espasticiadad y
un trabajo más concreto sobre el desarrollo y conducta motriz.
El calor va a producir un aumento de
la frecuencia respiratoria y un aumento de vapor de agua del aire inspirado,
que dará lugar a un mecanismo de termorregulación La presión ejercida sobre el
torax favorecerá la activación de la musculatura espiratoria (intercostales, y
abdominales) colaborando en el reciclaje del volumen residual y dándonos la
posibilidad de tratar una musculatura dificil de trabajar en sala.
A nivel del funcionamiento orgánico,en vísceras u otros órganos, las aplicaciones de agua caliente incrementan la
motilidad intestinal y la función estomacal, estimulando la secreción biliar, mejorando la
función renal y, con ello, aumenta la diuresis.
La experiencia de la ingravidez y la
sensación de autonomía que ofrece un baño en piscina de agua caliente mejora el autoestima,favorece las
relaciones interpersonales y ayuda al terapeuta a tratar aspectos psicológicos.
INDICACIONES DE LA HIDROCINESITERPIA
El perfil de personas que se pueden
beneficiar de este tipo de terapia es muy amplio, desde enfermos neurológicos
como niños con parálisis cerebral y parapléjicos hasta personas con afecciones
traumatológicas tras la cirugía, entre otros.
Todas aquellas afecciones que por su
sintomatología sean susceptibles y puedan beneficiarse de un tratamiento en el
agua estarían indicados para que un fisioterapeuta especilizado comience un programa
de rehabilitación , siempre y cuando haya consentimiento médico.
En una lesión neurológica, la
alteración de la marcha suele ser un factor limitante y hace que la persona que
lo sufre se haga más dependiente. El riesgo de caídas debido a la alteración
del equilibrio,la falta de coordinación y a la perdida de movilidad produce que en muchas de las ocasiones el
paciente se quede postrado en una silla de ruedas. El agua da la oportunidad de
que estos pacientes se beneficien de la libertad de movimientos y eliminen
lesiones secundarias a una caída.
En niños el descubrimiento de un
nuevo espacio y el contacto con el material provoca la experimentación de
nuevas sensaciones que favorecen el desarrollo físico y psíquico mediante un
trabajo de percepción de su propio cuerpo y de sus posibilidades en el medio
acuático. La percepción del esquema corporal le permitirá tener mayor confianza
en si mismo y en sus propias posibilidades de expansión corporal en un medio
tan singular, húmedo y divertido como el agua. La introducción precoz del medio
acuático favorece el desarrollo global del niño, estableciendo una conexión y
una percepción del cuerpo que hace que sea menos pesada, más ligera y fluida.
Todo ello facilita el reconocimiento del esquema corporal y una comunicación
mas profunda entre el exterior y el interior e intensifica las funciones
aumentando las posibilidades de respuesta motriz y sensorial. Para iniciar el
programa se realiza una valoración del niño a tratar y se organiza junto con
los padres y el propio niño los objetivos que se van a tratar de conseguir en
un plazo de tiempo y se ofrecen asesorías sobre los diferentes problemas y los
cuidados que hay que tener en cuenta para realizar la actividad. A nivel
terapéutico, las fuerzas con las que un niño con discapacidad motriz se debe
enfrentar en el medio acuático son mínimas y por tanto, puede ser mas
fácilmente controlables que en gravedad constante. La experiencia de movimiento
que le proporciona el agua se traducirá en movimientos lentos, que pueden ser
predecibles, lo que proporciona una experiencia sensomotriz mas rica y si una
gravedad constante, para conseguir la estabilidad, equilibrio, coordinación,
movilidad, disociación de movimiento, flotación relajación, desplazamientos,
etc.
En postcirugía traumática como
lesiones meniscales o fracturas, la terapia en agua ofrece la posibilidad de un
abordaje más temprano y poder trabajar así la limitación de la movilidad
articular y la perdida de fuerza muscular. Las articulaciones de cadera y
hombro se pueden descomprimir más fácilmente y guiar hacia nuevos movimientos
en un medio menos doloroso.
Enlaces de videos relacionados: https://www.youtube.com/watch?v=ruyQkB1W-nY
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